Pronunciamiento de CEDENMA frente a la actividad minera impulsada por el gobierno
Conocedores que la minería a gran escala concentra riqueza en pocas manos, exporta recursos no renovables principalmente en beneficio de las economías del norte y sus grandes empresas, que viola abiertamente derechos fundamentales, como los evidenciados últimamente en Tundayme y en la Zona de Intag, porque contamina de forma permanente fuentes de agua, la tierra, y el aire, y arrasa con la biodiversidad y paz social de las comunidades, CEDENMA manifiesta un no rotundo a la minería de metales a gran escala.
Las grandes ganancias son para las empresas más no para las comunidades que habitan en el área de explotación. Tampoco la minera es fuente de trabajo permanente, todo lo contrario es temporal, pues cuando los depósitos de minerales se agotan, desaparecen los puestos de trabajo, todos sabemos que se trata de una actividad de corto plazo con efectos y daños en la salud y en el ambiente a largo plazo.
Los impactos ambientales que acarrea la minería a cielo abierto son tremendos: afecta al ambiente físico, al paisaje, y consume y contamina grandes cantidades de agua, ya que se destruye el suelo y se explota y procesa inimaginables cantidades de subsuelo diariamente, afectando profundamente y a veces a perpetuidad, el agua, la tierra, la biodiversidad, además de generar caos en la vida cotidiana de las comunidades dentro de y aledañas a los proyectos mineros y petroleros.
En el contexto de los últimos pronunciamientos gubernamentales de entregar en bandeja de plata más d 430.000 hectáreas de bosques, cuencas hídricas, páramos, y comunidades enteras a las transnacionales mineras, cabe preguntarse: ¿Cuantas comunidades han consentido a convivir con las actividades mineras en el Ecuador? ¿Cuantos Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial se violarían con las concesiones mineras en el territorio ecuatoriano? ¿Cuantas fuentes hídricas que se encuentran en éstas áreas serán contaminadas y destruidas abiertamente violando disposiciones legales y la propia Constitución? ¿Cuantos bosques nativos y bosques protectores desaparecerán a vista y paciencia de todos? ¿Seremos capaces de controlar a las grandes transnacionales cuando los Tratados Bilaterales de Protección Recíproca de Inversiones y acuerdos de libre comercio están tan sesgados a favor de éstas?
En conclusión, CEDENMA declara que la minería a gran escala en el Ecuador constituye una fuente de contaminación ambiental, algunos de cuyos efectos inciden en la salud de la población. Además son fuente de amenaza para la vida de trabajadores y las poblaciones en general.
La consciencia de esta situación en algunos sectores es causa de conflictividad de orden socio-ambiental porque están en flagrante confrontación los derechos de la naturaleza y el buen vivir por un lado y los procesos productivos contaminantes por otro lado, que a pretexto de dar trabajo acaban con todo y todos.
Exhortamos a la comunidad nacional a analizar, investigar y discutir estos temas para que se entienda que los ingresos económicos de la minería no son sino otra de las malhadadas políticas para despilfarrar los recursos de los ecuatorianos, terminar con las fuentes de agua y contaminar el ambiente.