Junio ha sido un mes de momentos agridulces relacionados al Cambio Climático. Empezó con la fatal noticia que por orden del presidente Donald Trump se retiró Estados Unidos del Acuerdo de París, el instrumento más importante con el que cuenta el mundo para combatir al Cambio Climático. El que uno de los países con mayores emisiones de gases de efecto invernadero dé la espalda a este importante Acuerdo, desestimula su cumplimiento y da un mensaje de desesperanza a la mayor parte de países. La sociedad civil entiende que sí estamos devastando las formas de vida del planeta y que buscamos urgentemente soluciones. Es cierto, el Acuerdo de París dista de ser perfecto -por ejemplo- ni siquiera menciona las palabras combustibles fósiles y no es un acuerdo vinculante, sin embargo resulta ser el único instrumento global que involucra a todos los países del mundo y busca luchar contra el Cambio Climático.
La respuesta de Estados Unidos no es más que una protección de las élites mundiales que lucran del extractivismo, especialmente de la industria de combustibles fósiles, cuya quema es la mayor responsable de la emisión de carbono a la atmósfera. Estamos viviendo la sexta extinción masiva, sin embargo, esta vez la estamos provocando los seres humanos con nuestro estilo de vida consumista y acumulador. Desgraciadamente, son las naciones y sectores más pobres de la tierra los que vivirán las peores consecuencias, a pesar de que este fenómeno afectará al mundo entero, y pone en riesgo, no solo la biodiversidad del planeta sino la vida misma de la humanidad.
A la vez, junio nos ha traído algunas buenas noticias. La primera, que algunos estados de Estados Unidos como California, junto con organizaciones de la sociedad civil, han reconocido el error histórico de su mandante y han decidido continuar con sus esfuerzos de mitigación y adaptación al Cambio Climático, independientemente de la decisión de su país. Aplaudimos estos grandes esfuerzos, convencidos de que el accionar individual, colectivo y regional, así como el empoderamiento de la sociedad civil puede tener resultados mucho más ambiciosos que lo planteado en el Acuerdo.
Asimismo, saludamos y felicitamos a la Asamblea Nacional del Ecuador, que el día 22 de junio aprobó por unanimidad la ratificación del Acuerdo de París bajo la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Recordamos que este Acuerdo fue adoptado el 12 de diciembre del 2015 en la COP21 en París; el Ecuador suscribió el Acuerdo el 26 de julio del 2016; la Corte Constitucional emitió el informe favorable el 15 de marzo del 2017, y esta ratificación de la Asamblea, convierte al Ecuador en el país 149 de los 197 Estados parte de la Convención que han ratificado el Acuerdo.
La Plataforma Nacional de Justicia Climática, como espacio organizado de la sociedad civil, busca que organizaciones e individuos, interesados en el tema de Cambio Climático, puedan encontrar un espacio de discusión, capacitación, organización e incidencia sobre las realidades del Cambio Climático en nuestro país. Es por esto que invitamos a todas las personas interesadas a sumarse a esta Plataforma y a estar atentos a la información que continuaremos proporcionando para organizarnos en la lucha común contra el Cambio Climático.
