Por: Rocío Bastidas, Moradera del Barrio La Floresta
El Distrito Metropolitano de Quito se apresta a firmar un contrato con el Consorcio Odebrech – Acciona para iniciar un proyecto inviable desde las perspectivas económicas, sociales y ambientales.
En el pasado y ahora, expertos de instituciones financieras y la burocracia municipal de turno de Barrera y Rodas justifican el proyecto del Metro para Quito, el cual se gestó al calor de una campaña política millonaria, mentirosa y sin estudios serios. El Metro no cuenta con estudios comparativos de transporte masivo para la ciudad, la comunidad ha sido ignorada y peor aún consultada, escenario que dibuja un panorama sombrío para un proyecto que no es la solución para el transporte y los quiteños exigimos encontrar soluciones que sean sostenibles económica, social y ecológicamente amigables con el ambiente.
Los estudios realizados por la Empresa Metro Madrid indicaron que el Metro de Quito costaría 1.500 millones de dólares. Se convoca la licitación y se abren las ofertas, ¡oh sorpresa! la más barata estuvo alrededor de 2.000 millones de dólares. ¿Qué pasó? ¿Quiénes son responsables de semejante error de cálculo? Al parecer nadie, porque no existe ninguna investigación en firme que se haya dedicado a este tema. Lo más grave es que el propio Municipio de Quito, acaba de aprobar con 19 votos de los concejales de Alianza País y Suma Vive el endeudamiento de USD 440,9 millones adicionales que se requieren para ejecutar esta obra. En estas circunstancias de crisis económica mundial, con un precio del petróleo a menos de $40 el barril y con tendencia a la baja ¿se podrá en realidad financiar esta obra?
El Metro es inviable socialmente, debido a la incertidumbre que genera el valor que deberemos pagar los ciudadanos de a pie. Han afirmado que la tarifa será de $0,45 (cuarenta y cinco centavos de dólar) y que ese valor serviría para cubrir la operación del proyecto, pero no se pagará el capital, ni los créditos ni los intereses. Significa que estamos incrementado la deuda externa y poniendo al Municipio al borde del colapso, porque se dedicará más del 63% de su presupuesto al Metro. En palabras sencillas, la obra del Metro que cubrirá 22 km para menos del 15% de la población que usa medios masivos de transporte paralizará las demás obras municipales y generará el mayor caos en la movilidad humana de Quito. Y de ¿dónde se sacarán los fondos para remediar los efectos de la erupción del Cotopaxi?
El estudio de impacto ambiental del Metro no revela con exactitud donde colocarán las miles de toneladas de tierra extraída durante dos años o más en que dura la perforación, esto significa que el caos vehicular será a toda hora del día, y por la noche un continuo ruido infernal, que deberemos soportar quienes vivimos en los barrios que son afectados por el proyecto.
En conclusión el proyecto del Metro es una opción que no tiene estudios comparativos de transporte masivo, es decir que se toman decisiones sin respaldos técnicos adecuados, sin consultar a los quiteños endeudarán a los nietos de nuestros nietos, no servirá para la gran mayoría de la población, no se atenderá a los valles, destruirá el Centro Histórico y expulsará a los habitantes y negocios de ese lugar. El metro es inviable por lo tanto es un proyecto que se lo debe detener ahora, antes de que sea demasiado tarde.
Fotos: Periódico El Comercio